Podemos clasificar los efectos sobre la salud en dos tipos, los agudos derivados de una exposición no prolongada a estos humos o gases, y los crónicos que se derivan de una continua y prolongada exposición a ellos.
Dentro de los primeros podemos destacar la irritación de ojos, nariz y garganta, mareos e incluso la pérdida del apetito. La fiebre de los humos metálicos y la tos que posteriormente podría derivar en neumonía o bronquitis.
Los efectos crónicos son la silicosis, el asma, neumonía crónica y enfisema pulmonar. Afecciones en la mucosa, aparato digestivo e incluso sistema nervioso.
Los humos de soldadura y corte se encuentran clasificados como Grupo 1 en cuanto a sus efectos cancerígenos para la salud, esto significa que cancerígenos.
¿Qué podemos hacer para mitigar estos efectos en los profesionales de la soldadura?
Es importante tomar conciencia de este problema y prevenirlo de una manera eficaz ya que cada instalación presenta unas características diferentes referentes al entorno de trabajo como de riesgos derivados del tipo de proceso de soldadura, los solventes empleados en el saneamiento de las piezas, del metal básico utilizado, la temperatura y los diferentes materiales de relleno empleados.
Reemplazar dentro de lo posible los materiales peligrosos que utilicemos en el proceso de soladura sería la primera medida preventiva a estudiar. Dotar de equipos de soldadura de última generación y mejorar la ventilación del emplazamiento en el que se realicen labores de soldadura y corte, incluso aislando dicha zona del resto de áreas de trabajo. Limitar los tiempos de exposición , dotar de equipos de protección adecuados y, sobre todo, contar con la ayuda de profesionales en prevención de riesgos laborales y especialistas en filtración de aire que nos acompañen en la toma de decisiones.
Si soldamos en espacios abiertos, la utilización de equipos personales de filtración o algo tan sencillo como soldar o cortar en la dirección contraria al viento, nos protegerán de manera efectiva. Si por el contrario lo hacemos en espacios cerrados ventilados, contar con un profesional que nos aconseje sobre los equipos de extracción, se hace imprescindible. Realizar este tipo de trabajos en espacios confinados cerrados de evitarse en todas las circunstancias.